La secretaria de Seguridad Interna, Kristi Noem, calificó esto como una "campaña organizada de terror".

El gobierno estadounidense también implicó al movimiento Antifa, al que Trump ha designado como organización terrorista, de brindar apoyo logístico a estas redes.

Las autoridades no presentaron pruebas concretas para respaldar estas afirmaciones, que surgen en un momento de alta tensión por las redadas migratorias, especialmente en ciudades como Chicago y Los Ángeles.