El presidente Donald Trump confirmó haber autorizado a la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para realizar operaciones encubiertas en Venezuela, marcando una escalada significativa en la campaña de presión contra el gobierno de Nicolás Maduro. Además de las acciones de inteligencia, Trump reveló que su administración considera llevar a cabo “operativos terrestres” contra los cárteles de la droga en el país sudamericano. La Casa Blanca ha intensificado su retórica contra el gobierno venezolano, al que acusa de estar involucrado en narcotráfico y de “vaciar sus prisiones” enviando criminales a Estados Unidos. La vocera Karoline Leavitt afirmó que Nicolás Maduro es “un mandatario ilegítimo” y que su régimen “ha estado traficando drogas hacia Estados Unidos durante demasiado tiempo, y no vamos a tolerarlo”.
Trump justificó la autorización a la CIA por estas dos razones, aunque evitó responder si la medida incluye “remover” a Maduro del poder.
Estas acciones se suman a una serie de ataques militares en el mar Caribe, donde el Comando Sur ha destruido al menos seis embarcaciones que, según Washington, transportaban drogas, con un saldo de al menos 27 muertos. El gobierno venezolano ha rechazado categóricamente las acusaciones, calificando las acciones de EE. UU. como una “política de agresión, amenaza y hostigamiento” con el fin de propiciar un “cambio de régimen”.
El presidente Maduro aseguró que la CIA ha conspirado contra Venezuela por décadas y negó reportes sobre negociaciones para su salida del poder. Como respuesta, Venezuela ha reforzado su presencia militar en estados fronterizos y ha solicitado al Consejo de Seguridad de la ONU que declare ilegales los ataques estadounidenses.
En resumenLa administración Trump ha intensificado su política hacia Venezuela al autorizar operaciones encubiertas de la CIA y considerar ataques terrestres contra el narcotráfico. Mientras Washington justifica sus acciones como una medida de seguridad nacional, el gobierno de Nicolás Maduro las denuncia como una agresión intervencionista y refuerza sus defensas, elevando la tensión diplomática y militar en la región.