Decenas de periodistas de los principales medios de comunicación de Estados Unidos, incluyendo cadenas como Fox News, CNN, ABC, CBS, NBC y periódicos como The New York Times y The Associated Press, abandonaron sus puestos en el Pentágono. La protesta masiva es una respuesta a las nuevas y estrictas reglas impuestas por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, que son consideradas una amenaza a la libertad de prensa y un acto de censura. Las nuevas normativas exigen que los reporteros firmen un documento comprometiéndose a no divulgar información no autorizada previamente por Hegseth, incluso si no es clasificada, bajo amenaza de ser expulsados y perder sus credenciales.
La Asociación de Prensa del Pentágono, que representa a 101 miembros, calificó la política como “sin precedentes” y un peligro para el derecho del público a saber. El presidente Donald Trump respaldó las medidas, afirmando que la prensa es “muy deshonesta” y “disruptiva”.
Hegseth, ex presentador de Fox News, ha limitado drásticamente el acceso a la información desde su llegada, realizando solo dos conferencias de prensa formales. La única organización de noticias que aceptó las nuevas reglas fue la cadena ultraconservadora One America News Network (OANN). Este acto de unidad de la prensa marca la primera vez desde la administración de Dwight Eisenhower que los principales medios no tendrán presencia permanente en el Pentágono, aunque han asegurado que continuarán cubriendo las actividades del Departamento de Guerra desde el exterior.
En resumenLa salida masiva de periodistas del Pentágono representa un enfrentamiento directo entre la prensa estadounidense y la administración Trump por la libertad de información. Las nuevas reglas, vistas como un intento de censura, han unificado a casi todos los medios de comunicación en un rechazo histórico para defender el derecho del público a una cobertura independiente sobre seguridad nacional.