Trump ha confirmado personalmente una serie de ataques contra embarcaciones en el Caribe, a las que describe como "narcosubmarinos" o lanchas de "narcoterroristas", vinculadas al gobierno de Nicolás Maduro. Estas operaciones han dejado un saldo de al menos 28 muertos.

En un desarrollo reciente, se reportaron por primera vez sobrevivientes de uno de los ataques, quienes fueron detenidos por la Marina estadounidense.

El presidente ha defendido estas acciones letales con una retórica contundente, afirmando que su homólogo venezolano "sabe que no debe joder con Estados Unidos" y que le ha "ofrecido de todo" para evitar un conflicto. Además, Trump reveló haber autorizado a la CIA a realizar operativos en Venezuela, argumentando que el país ha "vaciado sus cárceles hacia Estados Unidos" y es una fuente importante de drogas. La Casa Blanca acusa a Maduro de liderar el "Cártel de los Soles" y ofrece una recompensa por su captura. En respuesta, el gobierno venezolano ha reforzado su presencia militar en las fronteras, ha calificado las acciones de EE.

UU. como una "amenaza" para un "cambio de régimen" y ha negado cualquier negociación para la salida de Maduro del poder. La situación ha provocado la renuncia del almirante Alvin Holsey, jefe del Comando Sur de EE.

UU., quien habría expresado preocupación por la misión.