El propio Trump admitió que un arancel del 100% "no es sostenible", pero afirmó sentirse "obligado a hacerlo".

Esta retórica provocó la caída de los mercados, aunque posteriormente el presidente adoptó un tono más conciliador, asegurando en su red Truth Social que "Estados Unidos quiere ayudar a China, no lastimarla". La reunión bilateral con Xi Jinping se llevará a cabo en el marco de la cumbre de la APEC en Corea del Sur. Por su parte, el Ministerio de Comercio de China respondió a las amenazas de Washington afirmando que lucharán "hasta el final" si es necesario, pero que "la puerta a la negociación sigue abierta". La situación refleja la compleja dinámica de la relación entre las dos mayores economías del mundo, que oscila entre la confrontación y el diálogo.