Trump celebró este logro como un "amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente" y declaró que "la guerra ha terminado".

Sin embargo, la tregua se ha mostrado frágil.

En respuesta a ejecuciones públicas de presuntos "colaboradores" por parte de Hamás en Gaza, Trump amenazó con una intervención directa: "Si Hamás continúa matando gente en Gaza, lo que no estaba previsto en el acuerdo, no tendremos otra opción que ir a matarlos". Posteriormente matizó que no serían tropas estadounidenses, sino de actores regionales bajo los "auspicios" de EE.

UU.

El acuerdo ha sido elogiado por figuras como los expresidentes Joe Biden y Bill Clinton, quienes reconocieron el mérito de Trump. Sin embargo, persisten dudas sobre la viabilidad a largo plazo, especialmente en lo que respecta al desarme de Hamás y el futuro gobierno de Gaza, temas que el plan de Trump aborda de manera ambigua.