Esta declaración se produce en el contexto de una serie de ataques militares estadounidenses contra presuntas narcolanchas en el Caribe, que han dejado al menos 27 muertos desde septiembre.

Trump defendió estas acciones letales, argumentando que "por cada barco que hundimos salvamos 25 mil vidas estadounidenses".

Al ser cuestionado sobre si la autorización a la CIA incluye la orden de "remover" a Maduro, el presidente calificó la pregunta de "ridícula" pero añadió que "Venezuela está sintiendo la presión". En respuesta, el gobierno venezolano ha denunciado las acciones como una "agresión" y una "amenaza" para la paz regional, activando planes de defensa y solicitando una investigación al Consejo de Seguridad de la ONU. Senadores de ambos partidos en Estados Unidos han expresado preocupación por la falta de transparencia y la legalidad de estas operaciones militares sin la autorización explícita del Congreso.