Además, se han impuesto restricciones directas a medios como la agencia Associated Press, a la cual se le negó el acceso a eventos restringidos. La hostilidad se ha extendido a recortes de financiación a emisoras públicas como PBS y NPR. La situación alcanzó un punto crítico cuando decenas de periodistas de los principales medios de comunicación, incluyendo The New York Times, CNN e incluso la conservadora Fox News, abandonaron sus oficinas en el Pentágono. La protesta fue en rechazo a las nuevas y estrictas reglas impuestas por el secretario de Guerra, Pete Hegseth, que prohíben solicitar información no autorizada y limitan las publicaciones a lo ya comunicado oficialmente, convirtiendo a los reporteros, según ellos, en "simples estenógrafos". La retórica presidencial también ha coincidido con un aumento de las agresiones físicas contra periodistas, según el U.S.

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