La respuesta del mandatario fue desestimar las marchas y compartir un video satírico generado por inteligencia artificial, lo que intensificó la controversia.

Las manifestaciones, que según los organizadores congregaron a cerca de siete millones de personas, fueron convocadas por una coalición de más de 300 organizaciones, incluyendo Indivisible y MoveOn. El lema "No Kings" (No a los reyes) alude a la fundación de Estados Unidos sobre el rechazo al poder absoluto y se ha convertido en un símbolo de resistencia contra las políticas de Trump, como el despliegue de militares en ciudades demócratas, las redadas migratorias y los recortes a programas sociales. Figuras públicas como el senador Bernie Sanders y los actores Robert De Niro y John Cusack respaldaron las protestas, calificándolas como un acto patriótico en defensa de la democracia.

En contraste, Trump y sus aliados republicanos descalificaron el movimiento.

El presidente de la Cámara, Mike Johnson, lo llamó una "manifestación de odio a Estados Unidos".

Trump, por su parte, declaró en una entrevista: "Se refieren a mí como a un rey. No soy un rey".

Sin embargo, su posterior publicación en Truth Social de un video donde aparece como "Rey Trump" lanzando heces sobre los manifestantes fue vista como una provocación que confirma las preocupaciones de los participantes sobre su desprecio por la disidencia.