El cierre parcial del gobierno de Estados Unidos, que ya se extiende por 20 días, ha comenzado a impactar sectores críticos para la seguridad nacional, incluyendo la defensa nuclear. La falta de un acuerdo presupuestario en el Congreso ha obligado a la Administración Nacional de Seguridad Nuclear (NNSA) a suspender temporalmente a gran parte de su personal. La parálisis se originó el 1 de octubre, cuando expiró el plazo para extender el gasto federal sin que republicanos y demócratas alcanzaran un consenso. El principal punto de desacuerdo es la exigencia demócrata de incluir la financiación de subsidios del programa de salud Obamacare, a lo que los republicanos se oponen. Como resultado, el Senado ha fracasado en al menos once ocasiones en aprobar una medida de financiamiento provisional.
La NNSA, agencia responsable del mantenimiento y seguridad del arsenal nuclear estadounidense, ha enviado a casa a unos 1,400 funcionarios, lo que representa el 80% de su personal, bajo la figura de desempleo técnico.
Menos de 400 empleados permanecerán activos para garantizar las operaciones esenciales.
El legislador republicano Mike Rogers advirtió que la agencia estaba "a punto de agotar los fondos de emergencia" y que estos no son empleados que deberían estar en casa, ya que "se ocupan de un activo estratégico muy importante". El presidente Donald Trump ha utilizado la situación para presionar a los demócratas, amenazando con que los despidos temporales podrían volverse definitivos.
Mientras tanto, el asesor económico de la Casa Blanca, Kevin Hassett, expresó su esperanza de que el cierre termine esta semana, aunque también advirtió sobre la posibilidad de "medidas más estrictas" si no hay cooperación demócrata.
En resumenLa parálisis presupuestaria de 20 días en Estados Unidos, provocada por un desacuerdo político sobre el financiamiento de la salud, ha afectado gravemente a las agencias federales. El sector de la defensa nuclear se ha visto comprometido con la suspensión del 80% de su personal, evidenciando los riesgos de un estancamiento prolongado sin una solución a la vista.