Detalló que será una “reunión por separado” durante su visita de dos días al país, que comienza el 29 de octubre. Esta sería la primera reunión entre ambos líderes desde que Trump regresó al poder en enero. La confirmación representa un cambio de tono, ya que la semana pasada Trump había amenazado con cancelar el encuentro después de que Pekín emitiera nuevos controles a la exportación de tierras raras, minerales cruciales para la tecnología. Trump calificó la medida china de “extremadamente agresiva” y advirtió que su propuesta de aranceles del 100% “no es sostenible”, pero culpó a Pekín del estancamiento en las negociaciones. A pesar de la retórica, Trump se mostró optimista sobre la posibilidad de alcanzar un “acuerdo fantástico” y “justo” con China, destacando su buena relación personal con Xi. Por su parte, Pekín aún no ha confirmado oficialmente el viaje de Xi a la cumbre.