En declaraciones desde la Casa Blanca, Trump fue explícito: “Acordamos con Hamás que van a ser muy buenos, que van a comportarse.

Y si no lo hacen, vamos a ir y vamos a erradicarlos”.

Aclaró que una intervención militar no involucraría a tropas estadounidenses sobre el terreno, sino que contaría con el apoyo de “muchos países” aliados en Medio Oriente que, según él, han ofrecido entrar en Gaza con una “fuerza masiva” para “poner en orden a Hamás” si fuera necesario. “También está Israel, que entraría en dos minutos si yo se lo pidiera”, añadió.

La tregua, que comenzó el 10 de octubre como parte de un plan de 20 puntos impulsado por Washington, se vio amenazada por enfrentamientos en Rafah y bombardeos israelíes que dejaron decenas de muertos. A pesar de las acusaciones mutuas de violaciones, ambas partes han reafirmado su compromiso con el cese de hostilidades. Para supervisar la implementación del acuerdo, el vicepresidente J.D. Vance se encuentra en Israel, donde se reunió con el primer ministro Benjamin Netanyahu y advirtió sobre la “tarea muy difícil” de desarmar a Hamás y reconstruir Gaza.