La administración de Donald Trump impuso sanciones económicas directas contra el presidente de Colombia, Gustavo Petro, su familia y un ministro clave, una medida que escala drásticamente las tensiones con uno de los principales aliados de Washington en Sudamérica. La Casa Blanca justifica la acción por la supuesta falta de cooperación del gobierno colombiano en la lucha contra el narcotráfico. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos incluyó a Petro; su esposa, Verónica Alcocer; su hijo, Nicolás Petro; y al ministro del Interior, Armando Benedetti, en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), conocida como “Lista Clinton”. Esta designación implica el bloqueo de todos sus bienes en territorio estadounidense y prohíbe a ciudadanos y empresas de EE.
UU. realizar transacciones con ellos.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, declaró que “desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder, la producción de cocaína en Colombia se ha disparado a su nivel más alto en décadas”. Estas sanciones se produjeron poco después de que Trump acusara a Petro de ser un “líder del narcotráfico” y anunciara el fin de la ayuda económica a Colombia. La respuesta del presidente colombiano fue contundente, calificando la medida como “toda una paradoja” tras su larga lucha contra el narcotráfico y asegurando que no dará “ni un paso atrás y jamás de rodillas”.
Petro también afirmó no poseer bienes ni cuentas en Estados Unidos que pudieran ser congelados.
Benedetti, por su parte, reaccionó con un desafiante “Gringos go home”, calificando la lucha antidrogas de EE.
UU. como “una farsa armamentista”.
La medida marca un punto de quiebre histórico en las relaciones bilaterales, agravado por acciones previas como la revocación de la visa de Petro y la retirada de Colombia de la lista de naciones que cooperan en la lucha antinarcóticos.
En resumenLa imposición de sanciones por parte de la administración Trump al presidente Gustavo Petro y su círculo cercano ha provocado una grave crisis diplomática. Mientras Washington acusa a Colombia de permitir el florecimiento del narcotráfico, Petro rechaza las acusaciones como una represalia política, llevando la relación bilateral a su punto más bajo en décadas.