El presidente Donald Trump presentó los resultados de una ofensiva federal contra el narcotráfico, calificándola como “histórica” y la “más exitosa en la historia de Estados Unidos”. Durante una mesa redonda en la Casa Blanca, anunció la detención de más de 3,200 presuntos miembros de cárteles y pandillas en solo un mes, así como el decomiso de 91 toneladas de drogas. Acompañado por su gabinete de seguridad, incluyendo a la fiscal general Pam Bondi y al secretario de Guerra Pete Hegseth, Trump destacó que entre los arrestados se encuentran miembros de organizaciones como el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). La fiscal Bondi detalló que las incautaciones incluyeron 58,000 kilos de cocaína y 2,300 kilos de fentanilo.
Trump comparó a los cárteles con grupos terroristas, refiriéndose a ellos como “el ISIS del Hemisferio Occidental” y prometió que su gobierno no se detendrá “hasta que la amenaza sea eliminada por completo”.
En un tono desafiante, el presidente descartó la necesidad de una declaración de guerra formal del Congreso para continuar con sus acciones letales. “No creo que vayamos a pedir necesariamente una declaración de guerra. Creo que simplemente vamos a matar a la gente que está introduciendo drogas en nuestro país”, afirmó.
Esta estrategia incluye los recientes ataques aéreos contra presuntas “narcolanchas” en el Caribe y el Pacífico, y Trump adelantó que las operaciones podrían expandirse a tierra firme.
La Casa Blanca justificó estas acciones como parte de una “guerra directa contra el narcotráfico”, aunque han generado críticas de analistas y organizaciones de derechos humanos por su enfoque militarista y la falta de verificación independiente de las cifras presentadas.
En resumenDonald Trump anunció resultados “históricos” en su ofensiva contra el narcotráfico, con más de 3,000 arrestos y 91 toneladas de drogas decomisadas en un mes. Calificando a los cárteles como “el ISIS del Hemisferio Occidental”, el presidente defendió su estrategia militarizada, incluyendo ataques letales, y advirtió que las operaciones podrían extenderse a tierra sin necesidad de una declaración de guerra.