Durante una cena con los patrocinadores, Trump declaró: “Este es el precio de tener acceso al Presidente”.

La demolición del Ala Este, construida en 1902 y ampliada en 1942, elimina un espacio que durante décadas albergó las oficinas de las primeras damas y fue escenario de importantes eventos históricos.

El diario The New York Times dedicó un obituario al área, recordando sus 123 años de historia.

Mientras algunos exfuncionarios lamentan la pérdida, otros, como una exsecretaria social de la era Reagan, señalan que el cambio era necesario. La primera dama, Melania Trump, ha tenido poca presencia en dicha oficina, la cual, según se informa, convirtió en una “sala para envolver regalos”.