Su abogado, Abbe Lowell, anunció que buscará desestimar el caso por considerarlo una “acusación vengativa y selectiva”.

James es la tercera opositora de Trump en ser imputada federalmente en las últimas semanas, junto con el exdirector del FBI James Comey, acusado de hacer declaraciones falsas al Congreso, y el exasesor de seguridad nacional John Bolton, acusado por mal uso de información clasificada. Los casos contra James y Comey fueron presentados por una fiscal designada por Trump, Lindsey Halligan, después de que el fiscal anterior renunciara alegando falta de pruebas.

Al salir del tribunal, James declaró: “Esto no se trata de mí. Se trata de todos nosotros y de un sistema de justicia que ha sido instrumentalizado (...) como herramienta de venganza”. Una encuesta de Reuters/Ipsos reciente reveló que la mayoría de los estadounidenses cree que Trump está utilizando las fuerzas del orden para atacar a sus enemigos políticos, una percepción dividida marcadamente por líneas partidistas.