Durante el evento, Trump declaró: “México está gobernado por los cárteles.

Respeto mucho a la presidenta; es una mujer extraordinaria.

Es muy valiente, pero México tiene que defenderse de eso”. Esta es la segunda vez en menos de dos meses que el mandatario hace esta aseveración, la cual se enmarca en su política de mano dura contra el crimen organizado transnacional. En la misma conferencia, Trump comparó a los cárteles con grupos terroristas como el Estado Islámico, refiriéndose a ellos como “el ISIS del Hemisferio Occidental”.

La respuesta del gobierno mexicano no se hizo esperar.

La presidenta Sheinbaum, aunque evitó una confrontación directa, expresó su desacuerdo con la estrategia de Trump de atacar presuntas “narcolanchas” en aguas internacionales. En su conferencia matutina, Sheinbaum subrayó que “hay leyes internacionales de cómo tiene que operarse” en esos casos y que México ha manifestado su postura al gobierno estadounidense. La mandataria enfatizó que su administración mantiene un “diálogo franco” con Washington, pero siempre defendiendo la soberanía nacional. Estas declaraciones reflejan la tensión persistente entre ambos países en materia de seguridad, a pesar de los gestos de cooperación como la extradición de capos y el despliegue de la Guardia Nacional en la frontera por parte de México.