El consenso preliminar, alcanzado en Kuala Lumpur, Malasia, busca preparar el terreno para una reunión crucial entre los presidentes Donald Trump y Xi Jinping en Corea del Sur.

Las conversaciones, descritas por el principal negociador chino, Li Chengang, como “cándidas y profundas”, abordaron una amplia gama de temas sensibles. Entre ellos destacan las restricciones chinas a la exportación de metales de tierras raras, minerales estratégicos para la industria tecnológica y de defensa global, cuya producción es dominada por Pekín.

Según el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, China se habría comprometido a “retrasar eso por un año mientras lo reexamina”.

A cambio, Washington evitaría la imposición de aranceles adicionales del 100% que Trump había amenazado si Pekín seguía adelante con los controles. Otros puntos del acuerdo incluyen la reanudación de compras de productos agrícolas estadounidenses por parte de China, como la soja, y la cooperación para combatir el tráfico de fentanilo. El representante comercial de EE.UU., Jamieson Greer, confirmó que se discutió “extender la tregua” arancelaria que expiraba próximamente. A pesar del optimismo, ambas partes se mostraron prudentes, señalando que el pacto aún debe pasar por “respectivos procedimientos de aprobación internos”. El acuerdo también aborda el futuro de la aplicación TikTok en Estados Unidos, con un pacto que establece la creación de una empresa conjunta con mayoría estadounidense para garantizar la seguridad de los datos de los usuarios, el cual los presidentes buscarán “consumar” en su encuentro.