Durante una llamada telefónica, ambos líderes acordaron “elevar la alianza” a “niveles aún más altos”.

Takaichi, una conservadora de línea dura, ya anunció que Japón aumentará su presupuesto de defensa al 2% del PIB, una medida que Washington ha impulsado. La situación refleja la táctica de Trump de usar la presión arancelaria como principal herramienta de negociación, una estrategia que ha generado incertidumbre y ha obligado a los aliados a adaptarse a un estilo diplomático impredecible y transaccional.