La Vigesimosegunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos establece claramente que “ninguna persona será elegida para el cargo de presidente más de dos veces”. A pesar de esta prohibición, Trump ha manifestado que le “encantaría hacerlo”, argumentando que posee “los mejores números” de popularidad en su carrera. Esta idea ha sido impulsada por algunos de sus aliados, como su exasesor Steve Bannon, quien afirmó que “hay un plan” para que Trump obtenga un tercer mandato en 2028. Una de las estrategias sugeridas por sus partidarios consistía en que otro candidato se postulara a la presidencia con Trump como compañero de fórmula, para luego renunciar y cederle el cargo. Sin embargo, el propio Trump desestimó esta maniobra, calificándola como “demasiado ingeniosa” y algo que “a la gente no le gustaría”.

Al descartar esta vía, el presidente ha mantenido la ambigüedad sobre sus intenciones futuras, aunque ha respaldado una posible candidatura de su vicepresidente, JD Vance, y del secretario de Estado, Marco Rubio, para 2028, describiéndolos como una fórmula “imparable”. La insistencia de Trump en este tema, junto con gestos como exhibir gorras con la leyenda “Trump 2028”, mantiene viva la discusión sobre los límites del poder presidencial y su influencia en el futuro del Partido Republicano.