La primera ministra expresó su deseo de fortalecer los lazos bilaterales, afirmando: “Me gustaría hacer realidad una nueva edad de oro de la alianza entre Japón y Estados Unidos, en la que ambos países se vuelvan más fuertes y prósperos”. Trump, por su parte, elogió a la nueva líder y destacó la importancia de la relación, declarando que son “aliados al más alto nivel”. Los acuerdos firmados son significativos, especialmente el pacto sobre minerales críticos, que busca asegurar las cadenas de suministro de materiales esenciales para la tecnología moderna, un área de competencia directa con China.
Además, se abordaron temas comerciales, donde Estados Unidos busca un mayor acceso a los mercados japoneses en sectores como automóviles y agricultura.
La Casa Blanca también sugirió que Takaichi nominaría a Trump al Premio Nobel de la Paz, un gesto que subraya la cordialidad del encuentro, aunque su confirmación oficial no fue mencionada en todos los reportes. La visita de Trump y los acuerdos resultantes reafirman la importancia de la alianza entre Washington y Tokio como un pilar de la estrategia estadounidense en el Indo-Pacífico, buscando un contrapeso a la influencia de China en la región.













