La decisión fue una represalia directa a una campaña publicitaria de la provincia de Ontario que criticaba la política arancelaria estadounidense utilizando un discurso del expresidente Ronald Reagan. La controversia se desató cuando el anuncio, que advertía sobre los efectos negativos de las barreras comerciales, se transmitió durante la Serie Mundial de Béisbol. Trump calificó el spot de “fraudulento” y un “acto hostil” en su plataforma Truth Social, acusando a Canadá de intentar influir ilegalmente en la Corte Suprema de Estados Unidos, que está por revisar la legalidad de sus aranceles. “Debido a su grave tergiversación de los hechos y su acto hostil, estoy aumentando el arancel sobre Canadá en un 10 % por encima de lo que pagan ahora”, escribió el mandatario.

La ruptura de las negociaciones y la nueva imposición arancelaria tensan aún más la relación entre los dos socios del T-MEC, que ya se había deteriorado por aranceles previos al acero, aluminio y automóviles. El primer ministro de Ontario, Doug Ford, anunció que la campaña publicitaria se detendría el lunes para permitir la reanudación del diálogo, pero la medida no pareció calmar al presidente estadounidense. Por su parte, el primer ministro canadiense, Mark Carney, reaccionó con cautela, afirmando que su país está listo para reanudar las conversaciones cuando Washington lo esté, aunque reconoció que la relación bilateral “nunca volverá a ser la misma”.