Durante su gira por Asia, Trump declaró a periodistas a bordo del Air Force One que le “encantaría” postularse nuevamente, citando sus altos números en las encuestas.
Sin embargo, en un tono más resignado, también reconoció la barrera constitucional: “Si lo lees, está bastante claro: no se me permite postularme.
Es una lástima”.
La Vigésima Segunda Enmienda, ratificada en 1951, establece que “ninguna persona podrá ser elegida para el cargo de presidente más de dos veces”. A pesar de esto, aliados como su exasesor Steve Bannon han afirmado que existe “un plan” para que Trump permanezca en el poder en 2028. Se han discutido escenarios hipotéticos, como que Trump se postule como vicepresidente para luego asumir la presidencia si el candidato principal renuncia, una maniobra que el propio Trump calificó de “demasiado ingeniosa” y que “a la gente no le gustaría”. En lugar de un tercer mandato, Trump ha respaldado una eventual candidatura para 2028 encabezada por su actual vicepresidente, JD Vance, y el secretario de Estado, Marco Rubio, una fórmula que considera “imparable”. Estos comentarios, junto con la exhibición de gorras con el lema “Trump 2028” en la Casa Blanca, son vistos por analistas como una estrategia para mantener su relevancia política y evitar convertirse en un “pato cojo” al final de su segundo término.













