Esta medida sin precedentes contra un jefe de Estado aliado ha provocado una severa crisis diplomática.

El Departamento del Tesoro de Estados Unidos anunció la inclusión de Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro y el ministro del Interior, Armando Benedetti, en la lista de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC), conocida como ‘Lista Clinton’. La sanción implica el bloqueo de todos sus activos bajo jurisdicción estadounidense y prohíbe transacciones financieras con ellos.

El secretario del Tesoro, Scott Bessent, afirmó que “desde que el presidente Gustavo Petro llegó al poder, la producción de cocaína en Colombia se ha disparado a su nivel más alto en décadas”. Esta acción se produce después de que Trump calificara a Petro de “líder del narcotráfico” y “un matón”, y anunciara la suspensión de la ayuda financiera a Colombia. Petro ha rechazado categóricamente las acusaciones, calificándolas de “una arbitrariedad propia de un régimen de opresión” y una “paradoja”, dado su historial de lucha contra el narcotráfico. El mandatario colombiano anunció que se defenderá judicialmente en Estados Unidos y declaró: “ni un paso atrás y jamás de rodillas”. La crisis se enmarca en el contexto de la ofensiva militar estadounidense en el Caribe y el Pacífico, que Petro ha condenado como “ejecuciones extrajudiciales”.