Según un documento de la Casa Blanca, la prioridad para obtener este estatus se otorgará "primordialmente" a los sudafricanos blancos de la minoría afrikáner. El presidente Trump ha afirmado, sin presentar pruebas concluyentes y en contra de la postura del gobierno sudafricano, que este grupo sufre persecución racial en su país. Desde su regreso al poder, Trump suspendió la mayoría de las admisiones de refugiados, argumentando que el programa era "perjudicial" para los intereses de Estados Unidos, aunque ha hecho una excepción para los afrikáners, de los cuales los primeros 50 llegaron en mayo. Organizaciones de derechos humanos como el International Rescue Committee han condenado enérgicamente la medida, señalando que el Programa de Admisión de Refugiados de Estados Unidos (USRAP) ha sido históricamente un "faro de esperanza" y un reflejo de los valores humanitarios del país. Advierten que más de cien mil refugiados que ya han pasado todas las verificaciones de seguridad ahora esperan en vano su turno para ser reasentados.