Especialistas en salud han criticado duramente la iniciativa, advirtiendo que pondrá en serias dificultades el acceso a la atención pediátrica para este grupo vulnerable.

Esta política se enmarca en una serie de acciones y una retórica en contra de las personas transgénero impulsadas por Trump desde su regreso al poder, que incluye una orden ejecutiva de enero pasado para prohibir el financiamiento de procedimientos de cambio de sexo.

La medida federal se suma a las prohibiciones ya existentes en 27 estados del país.