El Departamento de Transporte de Estados Unidos (DOT) ha revocado la aprobación de 13 rutas aéreas operadas por aerolíneas mexicanas y ha suspendido todos los vuelos combinados de pasajeros y carga desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA). Esta medida drástica es una represalia por lo que Washington considera un "comportamiento anticompetitivo persistente" y violaciones al acuerdo bilateral de transporte aéreo por parte de México. Según el secretario de Transporte estadounidense, Sean Duffy, México "canceló y congeló ilegalmente los vuelos de una aerolínea estadounidense durante tres años sin consecuencias". Las acciones a las que se refiere incluyen la reducción de operaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y el traslado forzoso de las operaciones de carga al AIFA, decisiones tomadas durante la administración anterior y que EE.
UU. considera discriminatorias.
Las aerolíneas afectadas son Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobus, que ven canceladas rutas existentes y futuras hacia destinos como Houston, McAllen, Austin y Nueva York.
Además, se congela la autorización de nuevas rutas desde el AICM. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó la decisión, calificándola de unilateral y sin fundamento, y advirtió que podría haber "un interés de otro tipo, ¿verdad?
Puede ser un interés político".
Sheinbaum instruyó al canciller a solicitar una reunión con su homólogo estadounidense para revisar el caso, afirmando que "México no es piñata de nadie".
En resumenEn una medida de represalia, Estados Unidos canceló 13 rutas aéreas de aerolíneas mexicanas, principalmente desde el AIFA, acusando a México de violar acuerdos bilaterales y de prácticas anticompetitivas. El gobierno mexicano ha rechazado la decisión y buscará una solución diplomática.