Ambos entregaron barras de chocolate y caramelos en cajas con el sello presidencial. La celebración, una tradición de más de tres décadas, contó con un ambiente musical que incluyó una versión orquestada de “Thriller” de Michael Jackson, y se desarrolló con normalidad mientras los hijos de empleados federales y de escuelas locales recorrían las áreas decoradas del complejo presidencial.