La medida, impulsada por el Departamento de Salud, busca prohibir que los tratamientos de afirmación de género para menores de 18 años sean cubiertos por los principales programas de salud pública del país. El reglamento propuesto, que podría entrar en vigor en noviembre de 2025, eliminaría los reembolsos federales para la atención de afirmación de género bajo programas clave como el Programa de Seguro Médico para Niños (CHIP), que actualmente cubre a todos los estadounidenses menores de 19 años. Además, la normativa restringiría la asignación de fondos públicos a hospitales que ofrezcan atención pediátrica con un enfoque afirmativo de género. Esta política forma parte de una serie de acciones de la administración Trump dirigidas a limitar los derechos y el acceso a la salud de las personas transgénero, incluyendo una orden ejecutiva de enero que prohíbe el financiamiento de procedimientos de cambio de sexo. La medida ha sido duramente criticada por organizaciones de derechos humanos y grupos médicos como la American Academy of Pediatrics. Estas organizaciones advierten que restringir el acceso a la atención afirmativa de género es perjudicial para la salud mental y física de los jóvenes trans, y podría agravar los riesgos de depresión, ansiedad y suicidio. La iniciativa se produce en un contexto en el que 27 estados ya prohíben este tipo de atención pediátrica, lo que intensifica el debate político sobre lo que los críticos consideran una medida ideológica que vulnera derechos fundamentales.