Entre las rutas canceladas se encuentran vuelos desde el AIFA a destinos como Houston, McAllen, Austin, Nueva York y Chicago. Además, se congela la autorización de nuevas rutas desde el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). La administración Trump argumenta que las decisiones del gobierno mexicano, particularmente el traslado forzoso de operaciones de carga del AICM al AIFA, fueron discriminatorias y perjudicaron a las aerolíneas estadounidenses. La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, rechazó enérgicamente la medida, calificándola de infundada y declarando que “México no es piñata de nadie”. Sheinbaum instruyó a la Secretaría de Relaciones Exteriores a buscar una reunión con el secretario de Estado, Marco Rubio, para revisar la decisión, la cual, según ella, podría tener “un interés político” o buscar favorecer a ciertas empresas. Este conflicto representa un duro golpe para la conectividad aérea entre ambos países y para la consolidación del AIFA como un centro de operaciones internacionales.