En represalia, anunció un aumento del 10% en las tarifas aduaneras sobre productos canadienses y puso fin a todas las negociaciones comerciales bilaterales.

La tensión llevó al primer ministro de Canadá, Mark Carney, a disculparse personalmente con Trump durante la cumbre de la APEC en Corea del Sur.

“Sí, me disculpé con el presidente. El presidente se sintió ofendido”, declaró Carney, añadiendo que los diálogos se reanudarán cuando Washington esté “listo”.

Por su parte, Trump confirmó haber recibido la disculpa, pero se negó a retomar las conversaciones de inmediato, afirmando a bordo del Air Force One: “lo que hicieron estuvo mal”. A pesar de la postura presidencial, el Senado de EE. UU. aprobó una moción para revocar los aranceles, una acción simbólica que evidencia la división interna sobre la política comercial de Trump hacia uno de sus principales socios comerciales y aliados históricos.