Articuló una política clara: “entraste ilegalmente al país, te vas a ir”.

Esta retórica y la intensificación de las redadas han infundido miedo en las comunidades de inmigrantes en todo Estados Unidos, como se señala en artículos que describen cómo las celebraciones del Día de Muertos se vieron ensombrecidas por la amenaza de la deportación. La administración también ha reconfigurado el ICE, reemplazando a directores regionales y trayendo a funcionarios de la Patrulla Fronteriza para dirigir oficinas en ciudades importantes con el fin de aumentar las cifras de arrestos.