La “Operación Midway Blitz” en Chicago, liderada por el comandante de la Patrulla Fronteriza Gregory Bovino, es un ejemplo de esta nueva dureza. Bovino, quien se autodenomina un “rompe-santuarios”, ha defendido el uso de agentes químicos como “mucho menos letal” que las amenazas que enfrentan sus agentes. Estas tácticas han provocado demandas judiciales y la condena de organizaciones de derechos humanos como Human Rights Watch (HRW), que denunció que las redadas en Los Ángeles sentaron un precedente de “abusos” que se ha extendido a otras ciudades. Las detenciones han alcanzado un récord histórico, con 61,000 personas bajo custodia del ICE a finales de agosto, y se proyecta que la cifra podría ascender a 107,000 para enero de 2026.