Su campaña se centró en la crisis del costo de vida, con propuestas como congelar alquileres, transporte público gratuito y cuidado infantil universal, financiados con mayores impuestos a los ricos.

La elección registró la participación más alta desde 1969, impulsada por una coalición de jóvenes y comunidades migrantes. La reacción de Trump fue inmediata y hostil; durante la campaña lo calificó de “comunista al 100 por ciento” y amenazó con recortar los fondos federales a la ciudad si ganaba. Tras la derrota, Trump atribuyó el mal desempeño republicano a que su nombre “no estaba en la boleta” y al cierre del gobierno.

En un discurso posterior, declaró que Estados Unidos enfrenta una elección entre “comunismo y sentido común” y que Miami se convertiría en un “refugio” para quienes huyen del “régimen comunista” de Nueva York. Por su parte, Mamdani respondió directamente a Trump en su discurso de victoria: “Donald Trump, sé que me estás viendo, así que tengo unas palabras para ti: sube el volumen.

Nueva York seguirá siendo una ciudad de inmigrantes”.