El ministro de Defensa ruso, Andréi Beloúsov, propuso comenzar "inmediatamente" los preparativos, argumentando que EE.

UU. acelera la modernización de su arsenal. Por su parte, Estados Unidos realizó un lanzamiento de prueba de un misil balístico intercontinental Minuteman III desarmado.

La situación ha generado preocupación en organismos como el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), cuyo director, Rafael Grossi, calificó la situación como "una erosión del sentido de la seguridad internacional". La escalada verbal y las pruebas de sistemas de misiles aumentan el riesgo de un error de cálculo y marcan un retroceso en los esfuerzos de no proliferación.