Landau calificó como "insólito" y "triste" que ambos países no tuvieran embajadores durante tanto tiempo.

Por su parte, Paz agradeció la presencia de la delegación estadounidense en su investidura y pidió transmitir un "mensaje de cordialidad y fraternidad" al presidente Donald Trump.

El nuevo mandatario boliviano destacó que su intención es "abrir Bolivia al mundo" y superar el "aislamiento" provocado por el "dogmatismo ideológico".

Además, Paz abrió la posibilidad de un retorno de la DEA, afirmando que "todas las instituciones (...) que quieran trabajar con Bolivia para hacer un país más seguro contra los ilícitos, van a estar". Como gesto de buena voluntad, Estados Unidos anunció una donación de 700,000 dólares en medicamentos y pruebas para el VIH a Bolivia.