Los legisladores, encabezados por el republicano Jodey Arrington, argumentan que México está violando los capítulos 2, 14 y 22 del T-MEC, relativos al acceso a mercados, inversiones y empresas estatales. “En su histórico tratado comercial T-MEC, el presidente Trump logró compromisos sin precedentes para abrir los mercados energéticos mexicanos a la inversión estadounidense y garantizar un trato justo a los productores estadounidenses”, señaló Arrington, acusando al gobierno mexicano de incumplir sus promesas. La propuesta busca “exigirle cuentas a México, defender a los productores de energía estadounidenses y garantizar que nuestros tratados comerciales se cumplan con firmeza”. Además del panel de arbitraje, la iniciativa plantea iniciar una investigación bajo la Ley de Comercio de 1974 o, en su defecto, exigir durante la revisión del T-MEC en 2026 que México garantice un acceso no discriminatorio a las compañías energéticas extranjeras. John Murphy, de la Cámara de Comercio de EE.

UU., añadió que la medida también responde a los retrasos en permisos, la burocracia excesiva y las auditorías que obstaculizan la competencia en el sector energético mexicano. Esta presión legislativa intensifica la tensión comercial entre ambos países por la política de fortalecimiento de las empresas estatales mexicanas.