En un mensaje de 2011 a Ghislaine Maxwell, Epstein se refiere a Trump como "el perro que no ha ladrado", añadiendo que una víctima no identificada "pasó horas en mi casa con él, nunca se ha mencionado". Otro correo de 2019, dirigido al periodista Michael Wolff, es aún más explícito: "Por supuesto que [Trump] sabía acerca de las chicas ya que le pidió a Ghislaine que parara". Un tercer intercambio de 2015 discute cómo Trump podría responder a preguntas de los medios sobre su relación. La Casa Blanca reaccionó de inmediato, con la portavoz Karoline Leavitt declarando que los correos "no prueban absolutamente nada, salvo que el presidente Trump no hizo absolutamente nada malo" y acusando a los demócratas de crear una "narrativa falsa" como distracción. El propio Trump calificó el asunto como el "engaño de Jeffrey Epstein", diseñado para desviar la atención del cierre de gobierno. En respuesta a la filtración demócrata, los republicanos de la Cámara publicaron más de 20,000 páginas de documentos de Epstein. La revelación se produce en un momento de presión bipartidista para que el Departamento de Justicia publique todos los archivos del caso, una medida que el presidente de la Cámara, Mike Johnson, ha prometido someter a votación.