Esta caída se atribuye en gran medida a una disminución del apoyo entre los republicanos, donde la aprobación bajó del 81% al 68%, y entre los independientes, que pasó del 38% al 25%.

Los resultados de la encuesta, realizada antes de que finalizara el cierre de gobierno de más de 40 días, reflejan un amplio descontento con los efectos de la parálisis gubernamental. La falta de financiamiento afectó el tráfico aéreo, dejó a cientos de miles de empleados federales sin salario y comprometió la ayuda alimentaria para los más vulnerables. Beverly Lucas, una republicana de 78 años, expresó su malestar comparando el segundo mandato de Trump con "tener a un niño petulante en la Casa Blanca con poder ilimitado". A pesar de esta caída en la aprobación de su gestión del gobierno, la aprobación general de Trump se mantiene estable en un 36%, una cifra similar a la de octubre. Su manejo de temas clave como la migración y la economía tampoco ha mostrado cambios significativos. La encuesta también encontró que una abrumadora mayoría de demócratas, el 95%, continúa desaprobando la gestión de Trump, lo que subraya la profunda polarización en el país.