Trump calificó el cierre como una "extorsión" demócrata y celebró el acuerdo como una "gran victoria".

El impacto económico fue severo, con estimaciones de la Casa Blanca que cifran las pérdidas en hasta 15 mil millones de dólares semanales y la pérdida de 60 mil empleos no federales. El sector aéreo fue uno de los más afectados, con miles de cancelaciones y retrasos debido a la escasez de controladores aéreos, quienes, junto a otros 1.3 millones de trabajadores federales, dejaron de percibir su sueldo. Además, se interrumpió la entrega de beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), afectando a 42 millones de personas. Aunque el acuerdo reabre el gobierno y garantiza el pago retroactivo a los empleados, la solución es temporal y no resuelve la disputa de fondo sobre los subsidios de salud, lo que augura una nueva confrontación política en enero.