Según el equipo legal del presidente, la edición omitió su llamado a marchar "pacífica y patrióticamente", lo que alteró el contexto y lo vinculó directamente con los actos violentos. Ante la amenaza legal, el presidente de la BBC, Samir Shah, envió una carta personal a la Casa Blanca lamentando el "error de juicio" en la edición, y la cadena aseguró que no volvería a emitir el documental. Sin embargo, la BBC declaró que discrepa "firmemente de que haya una base para una demanda por difamación" y se negó a pagar la compensación exigida. La controversia provocó la dimisión del director general de la BBC, Tim Davie, y de la jefa de noticias, Deborah Turness. Trump reaccionó a la negativa de compensación anunciando que procederá con la demanda por un valor que podría oscilar entre mil y 5 mil millones de dólares. "Creo que tengo que hacerlo. Ellos incluso admitieron que engañaron", declaró el mandatario a bordo del Air Force One, reforzando su narrativa de que es víctima de un sesgo mediático.