La portavoz Karoline Leavitt declaró que "estos correos electrónicos no prueban absolutamente nada más que el hecho de que el presidente Trump no hizo nada malo". Como contraataque, Trump anunció en su red social que pedirá a la fiscal general Pam Bondi que investigue los nexos de Epstein con el expresidente Bill Clinton, el exsecretario del Tesoro Larry Summers, el empresario Reid Hoffman y el banco JP Morgan Chase, calificando el escándalo como "problema de los demócratas". Esta maniobra se produce mientras algunos republicanos en el Congreso se unen a los demócratas para exigir la publicación completa de todos los archivos del caso, lo que ha generado una fractura dentro del propio partido de Trump.