En respuesta, el presidente venezolano Nicolás Maduro ha denunciado un plan para derrocarlo, ha movilizado a 200,000 efectivos militares y ha hecho un llamado al pueblo estadounidense para que detenga "la mano enloquecida de quien ordena bombardear".

La situación se ha complicado aún más con las declaraciones de Trump, quien afirmó haber "tomado una decisión" sobre Venezuela, aunque se negó a revelar los detalles, manteniendo una ambigüedad estratégica mientras su gabinete evalúa "una serie de opciones" militares.

El secretario de Estado, Marco Rubio, defendió las acciones, declarando que Estados Unidos tiene "todo el derecho a operar en su hemisferio".