Estas acciones, que según el gobierno buscan combatir el crimen, han sido criticadas por líderes locales y activistas por generar "miedo e incertidumbre innecesarios".
En Chicago, la resistencia comunitaria se ha organizado con tácticas como patrullajes ciudadanos y el uso de silbatos para alertar sobre la presencia de agentes de inmigración. La tensión ha escalado, con reportes de uso de la fuerza por parte de los agentes federales. En un importante revés para la administración, un juez federal de Chicago ordenó la liberación bajo fianza de cientos de migrantes detenidos durante la "Operación Midway Blitz", dictaminando que sus arrestos fueron posiblemente ilegales al violar un acuerdo que prohíbe detenciones sin orden judicial.
Las políticas migratorias de Trump también han generado incertidumbre entre ciudadanos naturalizados, quienes temen que su estatus, antes considerado seguro, ahora pueda ser cuestionado.












