Sin embargo, casi al mismo tiempo, aseguró que su país realizará pruebas nucleares "muy pronto", justificando la medida al afirmar que "otros las están haciendo".
Esta dualidad en el mensaje ha generado preocupación a nivel internacional y dentro de su propia administración.
Fuentes citadas por CNN indican que altos funcionarios del sector energético y nuclear planean reunirse con el presidente para disuadirlo, argumentando que una detonación real no es viable ni necesaria.
La postura de Trump también ha provocado una reacción de Rusia.
El embajador ruso Mijaíl Uliánov declaró que es "muy posible" que Washington realice ensayos nucleares y advirtió que el Kremlin podría responder de la misma manera, rompiendo su propia moratoria. El Kremlin ha exigido a EE.UU. que aclare sus "mensajes contradictorios", mientras que el secretario de Estado, Marco Rubio, ha defendido que el fortalecimiento del potencial nuclear es consistente con las acciones de otras naciones.












