Esta afirmación contrasta marcadamente con la postura del secretario de Estado, Marco Rubio, quien en la cumbre del G7 en Canadá calificó la cooperación con el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum como "excelente" y "la más alta de la historia", especialmente en el combate al fentanilo. Rubio descartó enfáticamente el envío unilateral de tropas estadounidenses a México, afirmando que cualquier ayuda, ya sea en equipo, entrenamiento o inteligencia, debe ser solicitada por el gobierno mexicano.

"No vamos a tomar medidas unilaterales", aseguró.

Como respuesta a la tensión generada por los ataques de EE.UU. a presuntas 'narcolanchas' en aguas internacionales, la presidenta Sheinbaum anunció que se alcanzó un acuerdo para que, con base en información de agencias estadounidenses, sea la Secretaría de Marina de México quien intercepte las embarcaciones sospechosas frente a sus costas, en cumplimiento de los tratados internacionales.