Este ajuste llega un día después de que la administración anunciara acuerdos comerciales con Argentina, El Salvador, Ecuador y Guatemala, que también contemplan reducciones arancelarias. Críticos del Partido Demócrata interpretaron la medida como un reconocimiento implícito de que los aranceles de Trump sí estaban elevando los precios para los consumidores. Por su parte, la Asociación de la Industria Alimentaria celebró la decisión como un “alivio arancelario rápido” que ayudará a contener los costos en la cadena de suministro.