"Él no sabía nada al respecto", afirmó Trump, calificando a Khashoggi de "extremadamente polémico" y añadiendo que "estas cosas pasan".

Por su parte, el príncipe heredero calificó el asesinato como un "gran error" y aseguró que su gobierno había tomado medidas para que no volviera a ocurrir. La visita, la primera de MBS a Estados Unidos desde el asesinato, fue marcada por una ceremonia suntuosa que incluyó un sobrevuelo de aviones militares. En el plano económico, MBS prometió aumentar las inversiones sauditas en EE.UU. de 600 mil millones a casi un billón de dólares.

La reunión también contó con una cena de gala a la que asistieron figuras como Cristiano Ronaldo y Elon Musk. Trump también arremetió contra una periodista de ABC News que lo cuestionó sobre el caso Khashoggi, llamándola "pésima reportera" y amenazando con revocar la licencia de la cadena.