", para luego añadir: "¡Comportamiento sedicioso, condenable con la MUERTE!".

El video de los demócratas, entre los que se encuentran los senadores Mark Kelly y Elissa Slotkin, advertía que las amenazas a la Constitución de Estados Unidos no solo provienen del extranjero, sino "también de aquí mismo, de casa". La Casa Blanca, a través del subjefe de gabinete Stephen Miller, calificó el video como un llamado a la "rebelión contra el comandante en jefe". La reacción del Partido Demócrata fue inmediata; a través de su cuenta de X, calificaron la petición de Trump como "absolutamente repugnante" y una "absoluta canallada". El líder demócrata en el Senado, Chuck Schumer, advirtió que las palabras de Trump podrían tener "consecuencias fatales" al incitar a sus seguidores más extremistas a la violencia, acusándolo de estar "echando leña al fuego en un país empapado de tensión política".