La medida había elevado la carga arancelaria total al 50% sobre muchas exportaciones brasileñas, afectando productos clave. Sin embargo, el acercamiento entre Trump y Lula, que comenzó con un encuentro casual en la Asamblea General de la ONU y se consolidó en una reunión en Kuala Lumpur, Malasia, abrió la puerta a una revisión. La nueva orden ejecutiva elimina los gravámenes de forma retroactiva al 13 de noviembre y abarca una extensa lista de bienes agrícolas, combustibles, productos químicos y componentes para la aviación civil.

El gobierno brasileño había calificado previamente como "positivo" el plan de Trump, aunque expresó su confianza en continuar negociando nuevas rebajas. Esta medida se produce en un momento en que la administración Trump está bajo presión para reducir el costo de vida de los estadounidenses, y sigue a una orden similar de la semana pasada para reducir aranceles a diversas importaciones agrícolas de otros países.